sábado, 29 de diciembre de 2012

El país de uno - Denise Dresser

Porque a mí también me gustan las playas de mi país, observar volar los papalotes en los meses de octubre, el rico mole poblano a la hora del almuerzo, la jarana de mi estado de Yucatán en las fiestas del pueblo,  nuestro grito de independencia, lo colorido de los pueblos coloniales; porque también estoy cansado de la impunidad, de la malversación de fondos, del sistema educativo en el que me desenvuelvo,  de ser exprimido por los recibos de telefonía o de luz o por sentir que este país más lo mueven unos cuantos, que todos juntos; decidí comprar este libro.

Quería saber qué era lo que Denise tenía para ofrecer. Recuerdo haberla visto en video por primera vez cuando era estudiante y  pensar que merecía el epíteto de una de las mujeres más inteligentes del país. ¿Qué fue lo que me ofreció? Un panorama más amplio de la realidad de México. Todos sabemos su situación, pero pocas veces nos hemos puesto a hacer un análisis del por  qué. Leyendo el libro, que es en sí un ensayo político, uno puede entender más de dónde provienen nuestros problemas. Puede ser que no comparta algunas opiniones que esgrima, por ejemplo su postura a anular el voto, en vez de votar por "el menos malo", sin embargo las respeto.

Se tocan temas como lo obnubilados que nos encontramos con el petróleo de nuestro país, y el mal uso que se le da al dinero que se genera de él. Del duopolio Televisa - Tv Azteca, que controlan y pueden manipular, con increíble facilidad, el pensamiento de una proporción enorme de ciudadanos;  del poder de "nuestro gallo", Carlos Slim, según Forbes, de los más ricos en el mundo (lo acepto, antes pensaba que era hasta un orgullo que al menos sea mexicano, pero ahora, después de leer este libro, he cambiado mi forma de pensar),  la educación, los oligarcas, el capitalismo de cuates, etc.

Aun siendo un ensayo político, su lectura es sencilla y llevadera. Se puede observar un estilo definido, un uso de analogías excepcional (aquella de que somos exprimidos cual naranjas y luego se paran en las cáscaras para ascender a la cima. es de mis favoritas), así como una habilidad para pintar la realidad del país de una forma entretenida; aunque hay que ser sinceros, a veces reiteraba demasiado, por ejemplo:

"Un país estancado. Un país atorado. Un país que no educa a su población. Un país con petróleo pero sin ciudadanos participativos, un país de empleados en vez de emprendedores...."

Un muy buen libro, ojalá todos puedan leerlo, aunque como lo leí en alguna página que hacía una reseña del mismo: "las personas que lo leerán usualmente son las que menos lo necesitan"

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